La calidad y la cobertura en la educación deben estar incluidas en las políticas de Estado. Esta demostrado a través de estudios especializados que la inversión en educación y ciencia generan herramientas para alcanzar un mejor desarrollo, fortalecer el tejido social, incrementar la productividad y lo más importante, contribuir a la sociedad con la formación de personas confiables, amables e integras bajo unos principios y valores propios de un buen ciudadano del mundo.